sábado, 9 de octubre de 2010

AMOR DEL BUENO...!



Una pareja de jóvenes estaban muy enamorados y se iban a casar. Unos meses antes de la boda, la novia tuvo un accidente y quedó con el rostro totalmente desfigurado.

No puedo casarme contigo, le comunicó en una carta a su novio. Quedé marcada y muy fea para siempre. Búscate a otra joven hermosa como tú te mereces. Yo no soy digna de ti.

A los pocos días la muchacha recibió esta respuesta de su novio: "El verdadero indigno soy yo. Tengo que comunicarte que he enfermado de la vista y el médico me dijo que voy a quedar ciego...

...Si aún así estás dispuesta a aceptarme, yo sigo deseando casarme contigo“. . . Y se casaron y cuando lo hicieron, el novio estaba ya totalmente ciego.

Vivieron 20 años de amor, felicidad y comprensión. Ella fue su lazarillo, se convirtió en sus ojos, en su luz. El amor les fue guiando por ese túnel de tinieblas.

Un día ella enfermó gravemente y cuando agonizaba, se lamentaba por dejarlo solo entre esas tinieblas. El día que ella murió, él abrió sus ojos, ante el desconcierto de todos.

"No estaba ciego"- dijo-"Fingí serlo para que mi mujer no se afligiera al pensar que la veía con el rostro desfigurado. Ahora mi amor descansa en ella”.

El verdadero amor ve más allá de la belleza física, porque el verdadero amor, ve con el corazón.

viernes, 8 de octubre de 2010

EL DOLOR QUE MÁS DUELE



Apretarse el dedo con una puerta duele.
Golpearse la cara contra el piso duele.
Doblarse el tobillo duele.
Una paliza, una bofetada, un puntapié, duelen.

Duele golpearse la cabeza con la punta de la mesa,
Duele morderse la lengua, duelen los cólicos,
las caries y las piedras en los riñones
Pero lo que más duele es extrañar…

Extrañar a un hermano que vive lejos.
Extrañar una cascada de la infancia.
El gusto de una fruta que no se encuentra más.
Al padre que ya murió.
Extrañar a un amigo imaginario
que nunca existió.

Extrañar una ciudad.
Extrañar uno mismo, que el tiempo no perdona.

Duelen todas esas melancolías…

Pero la melancolía más dolorosa
es la de quien se ama………

Extrañar la piel, el olor, los besos.
Extrañar la presencia, y
hasta la ausencia consentida.

Podías estar en el comedor y él en el dormitorio,
sin verse, pero se sabían allí.

Podías ir para la oficina
Y el para el dentista, pero sabían donde.

Podías estar el día sin verlo,
él, el día sin verte,
más sabían que había mañana.

Pero cuando el amor de uno acaba,
al otro le sobra la melancolía que
nadie sabe como detener.

Extrañar es no saber.

No saber más si él continúa
engripándose en invierno.
No saber más si ella continua
tiñéndose el cabello de rubio.
No saber si él todavía usa
la camisa que le regalaste.

Si ella continua prefiriendo Pepsi,
si el continua sonriendo,
si ella continua bailando,
si él continúa surfeando,
si ella continua amándolo.

Extrañar es no saber.

No saber que hacer con los días
que son más largos,
no saber cómo encontrar tareas
que paren los pensamientos,
no saber cómo frenar las lágrimas
delante de una canción,
no saber como vencer el dolor
de un silencio que nada satisface.

Extrañar es no querer saber
si él está con otra,
y al mismo tiempo querer.

Es no querer saber si ella está feliz,
y al mismo tiempo querer.
Y no querer saber si él esta más flaco,
si ella está más linda.

Extrañar es nunca más saber
de quien se ama, y mismo así, doler.

Autor: Daiana Mazzaroni

jueves, 7 de octubre de 2010

Diario Despertar


Hay Siete Días para Despertar!. 
Cuando el tiempo pasa y no hacemos nada por mejorarnos interiormente la entropía nos vence y generalmente caemos en una dejadez que a veces nos lleva a la depresión, por eso sería importante investigar cada día de la semana uno de los siete defectos más conocidos.  
Apúntalos en un papel y cuando te levantes por la mañana mira cual es el defecto que corresponde a ese día que comienza, y observa el defecto en cuestión y si se te manifiesta a lo largo del día, intenta eliminarlo de tu corazón y de tu mente.  
Si practicas asiduamente este ejercicio veras positivos resultados en la mejora de tu interior y de tu felicidad contigo mismo y con tu entorno.

Lunes: Orgullo
Martes: Codicia
Miércoles: Lujuria
Jueves: Ira
Viernes: Gula
Sábado: Envidia
Domingo: Pereza

Para contrarrestar los defectos intentar poner lo mejor de tus virtudes.

Lunes: Humildad
Martes: Generosidad
Miércoles: Castidad
Jueves: Mansedumbre
Viernes: Templanza
Sábado: Amor fraterno
Domingo: Diligencia

Volar sobre el Pantano


Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola:

“Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.”

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA!!, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente.

Desconozco su Autor

lunes, 4 de octubre de 2010

ORACIÓN DE UN PADRE



Dame, Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil, y lo bastante valeroso para enfrentarse a sí mismo cuando sienta miedo.

Un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota, y humilde y magnánimo en la victoria.

Dame un hijo que nunca doble la espalda, cuando deba erguir el pecho. Un hijo que sepa conocerte a Ti... y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental del conocimiento.

Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos.

Y ahí, déjalo aprender a sostenerse firme en la tempestad, siempre con ideales altos.

Un hijo que se domine a sí mismo antes de pretender dominar a los demás; un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca se olvide del pasado.

Y después de lograr todo eso, agrégale, te lo suplico, suficiente sentido del humor, de modo que pueda ser siempre serio, sin tomarse a sí mismo demasiado en serio.

Dale humildad para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría y la mansedumbre de la verdadera fuerza.

Entonces yo, su padre me atreveré a murmurar: ¡No he vivido en vano!

Atribuido a Douglas McArthur

SENTIMIENTOS



Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
Te abrazaría fuertemente para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te vería salir por la puerta,
Te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz
Grabaría cada una de tus palabras para poderlas oír una
y otra vez... indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te vería,
Diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da la oportunidad para
hacer las cosas bien, pero si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda,
me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.

Por eso no esperes mas, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega,
Seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo
Para una sonrisa, un abrazo, un beso y
que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.

Mantén a los que te aman cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas,

Tomate tiempo para decirles lo siento, perdón, por favor, gracias
Y todas las palabras de amor que conoces.


Desconozco su Autor.

TIENES EL DERECHO



Tienes el derecho de caer, pero la obligación de levantarte.  Cuando le pierdas el valor a tu vida, cuando sientas que tu fin ha llegado, detén tu caminar.  
 
Echa a funcionar tu mente y sobre todo tu corazón, no le tengas miedo a la reflexión.  Siéntate tan sólo un momento y date cuenta de que el haber nacido es la mayor de las suertes, tienes en tus manos el mayor de tus tesoros, el más preciado...

¡tuviste la oportunidad de nacer!   

De conocer lo que es vivir, de amar y ser amado, y ahora, ¿una de las tantas piedras del camino te detiene?  Creo que si estás aquí, tienes la capacidad de levantarte cuantas veces sea necesario, tienes la tenacidad que se requiere para volver a empezar como estrellas tiene el firmamento.  No le tengas miedo a la derrota, ante esto, tienes una cosa a tu favor...

¡Eres humano!

Por esta sencilla razón tienes el derecho de equivocarte, y la obligación de levantarte. 
 
Así que no pierdas más tu tiempo porque todavía te quedan muchas piedras por esquivar.

Anthony de Mello

MOMENTOS




Si pudiera vivir nuevamente mi vida.

En la próxima trataría de cometer mas errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría mas.

Sería mas tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.

Correría mas riesgos, haría mas viajes, contemplaría mas atardeceres, subiría mas montañas, nadaría mas ríos...

Iría a mas lugares adonde nunca he ido, comería mas helados y menos habas, tendríamos mas problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de esto esta hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría mas liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Daría mas vueltas en calesita, contemplaría mas amaneceres y jugaría con mas niños, si tuviera otra vez la vida por delante!

Jorge Luis Borges

Voy de vuelo



“Voy de prisa porque la vida es corta y tengo muchas cosas que hacer. Cada uno trabaja a su manera y hace lo que puede”. Así se expresaba Voltaire preso por el frenesí que le llevaba a escribir tragedias en quince días. Así vive mucha gente o, mejor dicho, no vive porque quiere beber toda la vida de un solo trago.

La prisa, la velocidad son regalos de nuestra sociedad tecnificada. Así, la prisa se ha convertido en uno de los rasgos más característicos de nuestra manera de pensar, de hablar y de vivir. Llevamos la rapidez en nuestras venas, como si la vida resultara demasiado corta, y quisiéramos apurarla en cada momento viviendo con ansiedad y preocupación. “La preocupación nunca roba su tristeza al mañana, sólo le resta fortaleza al hoy” (A. J. Cronin). Así no vivimos, quemamos etapas y somos fácil presa del infarto.

Vivimos en el tiempo del microondas, de lo fácil, de lo rápido. No podemos vivir en la inactividad; preferimos la actividad sin descanso, aunque no tenga sentido. No es nuestro tiempo apto para construir murallas, pirámides y catedrales. Y como no edificamos con bases sólidas, fácilmente se derrumba todo lo hecho y se vienen abajo nuestros proyectos.

Sin envidiar el pasado, sí tendríamos que echar una mirada retrospectiva y aprender de nuestros antecesores, maestros del ocio, del sosiego, de la contemplación. Es saludable no perder la capacidad de disfrutar de las cosas pequeñas, de lo bueno que nos acontece cada día y admirar las maravillas que hay en la naturaleza, que es maestra de trabajo, de no adelantar el tiempo y las estaciones. Hacerse un roble, una caoba, una persona… lleva su tiempo. Miles de años se necesitan para alumbrar una nueva especie.

El futuro no es problema del hoy. No hay que ser aprensivo acerca del futuro.  “No os preocupéis del mañana… Cada día tiene bastante con su tarea”. Es importante mentalizarse para vivir al día, sin esperar resolver todos los problemas al mismo tiempo.
Es necesario cambiar nuestros hábitos de pensar, hablar y actuar alocadamente, pues “si no cambiamos nuestro rumbo, probablemente lleguemos a donde nos dirigimos” . Y muchas veces nos dirigimos a nuestra autodestrucción.

Es necesario, pues, sacar tiempo para el ocio, para mirar las estrellas, los amaneceres y atardeceres. Esta es la queja de mucha gente: “No tengo tiempo”. No tengo tiempo ni siquiera para el trabajo, los compromisos sociales, el estudio…

Es bueno pensar y pensar despacio. Es mejor aprender a hablar despacio. Es estupendo comenzar de nuevo como un niño a dar los primeros pasos, a dar el tiempo a cada cosa y a cada lugar… No hay que tener prisa, pues lo que sembremos lo tendremos por toda la eternidad.

Autor desconocido.

La Eesperanza en el Corazón


Todo saldrá bien. Ya lo verás. Vas camino hacia algo mejor y hasta llegar ahí solo es cuestión de tiempo…

Recuerda otros momentos de tu vida, momentos en los que te preguntaste si acaso podrías superar la adversidad. Al final…

siempre pudiste. Trata de pensar en eso ahora, mientras miras en tu interior.

Date tiempo necesario para vivir en carne propia todo lo que estás sintiendo… Tiempo para manejar y disfrutar las emociones…

Escabúllete hasta ese lugar que ?está en lo más profundo de ti, donde te sientes más afianzado, seguro y a salvo.

Ese lugar es fuerte y auténtico, y tengo la sensación de que vive en ti con más belleza de la que supones.

La ayuda está aquí, por si la necesitas. Pero lo que más te ayudará es recordar esto:

Si eres capaz de darles un oportunidad a todas las cosas, todo saldrá bien. Te lo prometo.

“Si tu corazón está en el lugar correcto, ¿qué más queda?”

Autor desconocido.