martes, 28 de febrero de 2012

50 RAZONES PARA AMARTE...

                                                                                   
Porque siempre estás cuando se te necesita.
Por tu corazón tan generoso.
Porque nunca falta un palabra de ánimo.
Porque nunca me dejas desfallecer.
Porque haces de cada momento el más especial.
Porque iluminas mi mirada con solo pensarte
Porque eres mi cómplice.
Porque pensar en ti me da la vida.
Porque mi madre aún te debe una receta.
Porque en tantos años nunca me has fallado.
Porque sueño contigo cada noche.
Porque me duermo en tu pecho.
Porque cuando me acaricias siento un escalofrió recorrer todo mi cuerpo.
Porque haces de mis problemas los tuyos propios.
Porque a tu lado, mi mundo es perfecto.
Porque cada recuerdo tuyo es un recuerdo feliz.
Por el calor de tus abrazos.
Por la dulzura y sabor de tus besos.
Porque haces de nuestra relación algo mágico.
Por tu compañía impagable.
Por tu amor desinteresado.
Por el sentimiento de tus lágrimas.
Por el resplandor de tu sonrisa.
Porque das sentido a mi vida.
Porque me haces volar en la tierra.
Porque eres mi compañero en mi camino.
Porque nunca me falta tu mano.
Por nuestras interminables charlas en el sofá.
Por enseñarme a sentir.
Porque nunca me has abandonado, pese a tener motivos para ello.
Por quererme como soy.
Por soportar todos mis defectos.
Por tu apoyo incondicional.
Por darle sentido a mi vida con tu regreso.
Por reflejar felicidad en tu sonrisa cuando me ves.
Por enseñarme a expresar sentimientos.
Por tener el corazón más bello que he visto.
Por dejarme escribir en él.
Por darme la oportunidad de disfrutarte.
Por dejarme estar a tu lado.
Por dejarme quererte.
Por hacerme sonreír cada día.
Por cada detalle tuyo el día de mi cumpleaños.
Por hacerme tocar el cielo al escuchar tu voz.
Porque necesito cada día que esa letra verde me diga que me tengo que mover.
Por por compartir conmigo cada día nuestros alimentos.
Por el olor de tu cuerpo.
Por las caricias que me dan tus manos.
Y porque te quiero, no por lo que eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.

SUELTA... DEJA IR...

Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma…


y uno aprende que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad


y uno empieza a aprender…
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos


y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
 

Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores….
 

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale
y uno aprende y aprende…
 

y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes
que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado….
 

Con el tiempo comprendes,
que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas…
 

Con el tiempo te das cuenta de que
si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
 

Con el tiempo entiendes
que los verdaderos amigos son contados
y que el que no lucha por ellos
tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
 

Con el tiempo aprendes
que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida….
 

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.
 

Con el tiempo comprendes
que si has herido a un amigo duramente
muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
 

Con el tiempo te das cuenta que
aunque seas feliz con tus amigos
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
 

Con el tiempo te das cuenta
de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
 

Con el tiempo te das cuenta
de que el que humilla o desprecia a un ser humano
tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones
o desprecios multiplicados al cuadrado.
 

Con el tiempo comprendes que
apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas.
 

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante
 

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…
(Jose Luis Borges)

Tres Niveles de Perdón.......


                                                                              

Decía San Francisco de Asís que existen tres niveles de perdón que debíamos cumplir para decir hemos perdonado.

Primer Nivel [ Perdonar a Dios ]
No porque Dios haya hecho malo, sino por todas las cosas que lo hacemos culpable cuando decimos cosas como:
"¿Por qué permites esto?" ,
"¿Por qué a mí?",
"¿Por qué te lo llevaste?".
 
Segundo Nivel [ Perdonar a quienes te han hecho daño ]
Si, a todos quienes en algún momento nos hirieron, dañaron, mintieron o dieron la espalda. Recordando aquello que nos dolió sin que ello nos duela, sin que abra de nuevo la herida.
Erróneamente se dice que perdonar es "olvidar" y nada es mas falso que eso.

Si esperas a olvidar algo para perdonarlo, morirás sin haber perdonado, porque la memoria no se puede borrar.

Perdonar es recordar sin que esa espada lastime nuevamente, y no sentir deseos de venganza, ira, o resentimiento con esa persona.

Tercer Nivel [ Perdonarte a tí mismo ]
Es extraño, pero una de las personas con quienes somos menos condescientes y mostramos menos misericordia es con nosotros mismos. Muchas veces pedimos disculpas y somos perdonados, pero seguimos sientiendo que somos los mas malos del mundo.

Este es el más difícil de todos los niveles, porque conlleva a aceptarnos como seres humanos, con errores e imperfecciones.

Este día es una preciosa oportunidad de vivir, y para ello, necesitamos perdonar.
¡¡Perdona y levántate hacia una mejor y verdadera vida. Plena y cerca de Dios!!

Autor: ©Arturo Quirós Lépiz

Quise imaginar lo que sería mi vida........

      
Quise imaginar lo que sería mi vida, estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amada, teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedora de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos... (después de todo eso es lo que anhelan y sueñan los seres humanos)...

Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual, inmediatamente quise despertar...en verdad, y mejor aún, solo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.

Corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio: ¡No Soy perfecta, gracias Señor!.

Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría sola, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.

Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclava del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, dependiendo de cremas y maquillajes, viviendo una vida superficial; en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad... prefiero ser pequeña, diferente, estando segura de que los que me quieren, me conocen

Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amada, y sería una persona indiferente, eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amada y los enormes deseos de dar amor... ese es el motor de nuestra existencia, si por ello mismo nos Creó Dios, más aún, fue tan grande su amor, que experimentó el más grande dolor, tan solo por Amor.

No soy perfecta y le doy gracias a Dios, porque mi imperfección le da sentido a mi vida, me invita luchar cada día por ser mejor.

Gracias Dios, por mi imperfección, pon en mí solo el toque de tu perfección: "El Amor".

Desconzco su Autor.