miércoles, 4 de mayo de 2011

VIVIR O SOBREVIVIR.....

                                              VIVIR O SOBREVIVIR.....                          

Un dicho popular dice "La vida dura tres días y dos ya han pasado". El tiempo pasa tan deprisa a nuestro alrededor que tan solo nos damos oportunidad de "sobrevivir", somos esclavos de la rutina y pasamos cada uno de nuestros días sumergidos en un mar de problemas y de situaciones triviales que pocos momentos libres nos dejan.

He dedicado algunos instantes a recordar cuándo fue la última vez que estando en alguna reunión o simplemente platicando con alguien haya escuchado algún comentario que dijera algo tan simple, como, "ayer vi un hermoso atardecer", o bien, "vi a un grupo de aves volar hacia el sur", y aún no puedo recordarlo; piénsalo bien, estoy seguro que estarás de acuerdo conmigo en que este tipo de comentarios ya no se escuchan fácilmente.

Alguno pensará en estos momentos que esos son comentarios superficiales y de gente que no tiene nada sobre qué hablar, que mucho mejor sería discutir de temas de actualidad como lo son las crisis económicas en el mundo o la falta de valores que vive la sociedad. Si bien es cierto que estos son temas de interés para todos ya que los vivimos 24 horas al día, todos los días, también es cierto que en el mundo existen muchas cosas más que valen la pena apreciar pero que por decisión propia o de la misma sociedad nos hemos abstraído de ellas.

Hemos puesto a las personas en un segundo plano, que nos hemos vuelto frívolos y egoístas, que sólo nos importa lo que está en "nuestro" mundo y cualquier situación, persona o cosa que no pertenezca a él, no nos importa.

Nos hemos olvidado que somos las personas las que movemos al mundo y no al revés, hemos olvidado el vivir para pasar tan sólo a sobrevivir en un mundo regido por el caos y la complejidad.

Cuantificamos nuestro tiempo en dinero, no nos importa pasar algunas horas extras en nuestro trabajo para ganar una mejor posición en la empresa y sentir que así podemos ganar el mundo, pero nunca nos percatamos que al hacer eso estamos perdiendo cosas tan grandes como: la infancia de nuestros hijos, la oportunidad de disfrutar a nuestros padres o de visitar algún amigo. Lo más irónico de esto es que estas cosas que alimentan y engrandecen al ser humano son gratis y tan solo nos cuestan un poco de nuestro tiempo.

Al escribir estas palabras me he dado cuenta que es más valioso para mí pasar 30 minutos con mis hijos jugando fútbol, que pasar tres horas intentando terminar ese proyecto que de cualquier forma veré mañana. Me he dado cuenta que me cuesta menos tomar el teléfono y hablarle a mi madre para preguntarle sobre qué tal amaneció hoy, a discutir interminablemente con mis colegas sobre el futuro de la economía. Me he dado cuenta que es más importante para mí escuchar los sueños de mis amigos, que ver las frivolidades que pasan por la televisión.

¡Me he dado cuenta de las cosas que hacen sentirme vivo!

Estoy convencido que nacimos para vivir. Mira a tu alrededor y ante tanta grandeza, responde ¿Piensas seguir sobreviviendo?
Autor Desconocido

SENTENCIA DE DIVORCIO

                                          SENTENCIA DE DIVORCIO                  
Se presentan ante el juez una pareja con sus respectivos abogados, ya que están en trámites de divorcio. El abogado de la mujer reclama para la mujer el 50% de la venta de la casa, propiedad de los dos cónyuges, así como una pensión de por vida por la cantidad de $500 dólares, según enumera, será para cubrir los gastos de electricidad, teléfono y una pequeña lista de gastos mensuales.

El abogado del hombre protesta, alegando que el hombre no tiene ninguna obligación hacia su mujer toda vez que ya los hijos son mayores de edad, están casados y que ella bien puede ir a trabajar y mantenerse por sí misma, y que ella nunca contribuyó a la manutención de esa casa ni aportó ningún dinero para la compra de la misma.

El juez escucha ambas partes y se queda indeciso por un momento leyendo los documentos.

De pronto, se escucha a la mujer llorando y el juez le dice: - "¿Qué le pasa señora?".
- "Señor Juez, yo creo que es cierto. Así que voy a aceptar la sentencia de divorcio sin ninguna obligación de parte de mi marido hacia mi persona. Después de todo, yo bien pudiera ser una mujer profesional e independiente.

" El juez le pregunta:
- "¿Y por qué usted no se convirtió en una mujer profesional e independiente? ¿Hubo alguna razón que se lo impidiera?".

- "Realmente, Señor Juez, no había ninguna, fueron decisiones tomadas voluntariamente por mí."

-"¿Pudiera ser más explícita y enumerarse esas razones que usted alega?". - "Bueno, cuando me casé, yo acababa de graduarme de la escuela secundaria.
Mi intención era estudiar enfermería, pero no había dinero para pagar los gastos de dos personas estudiando, así que le dije a mi esposo que estudiara él y luego lo haría yo."


-"Bien, y, ¿qué pasó?, ¿por qué cuando él se graduó de ingeniero, no estudió usted?". - "Pues, verá, él me pidió que tuviéramos nuestro primer hijo, ya que llevábamos cinco años casados y aún no lo habíamos tenido."

- "¿Y, qué pasó después?".
- "Nada, el niño nació, pero él no quería que el niño fuera cuidado por extrañas, y yo entendí que el tenía razón, así que decidí quedarme en la casa con nuestro hijo."

- "¿Y, qué sucedió luego, cuando el niño creció, por qué no fue usted a estudiar?".
- "Porque ya para entonces tenía dos hijos más."

- "¿Dos más?".
- "Sí, verá usted. Cuando tuvimos el primer hijo, mi esposo me dijo que debíamos tener un segundo para que el niño no se quedara sin hermanos, así que tuvimos el segundo tres años después, pero era otro varón."

- "¿Y qué tenía eso que ver?".
- "No había ningún problema, estábamos muy felices, pero mi esposo me dijo que para que la felicidad fuera completa debíamos tratar de tener una niña."

- "¿Y...?".
- "Pues cuando el segundo hijo tenía ya 4 años, quedé embarazada y tuve a la niña."
- "Y entonces ¿por qué no estudió cuando ella creció?".

- "Porque no había quién llevara al mayor a las prácticas deportivas, ni quién los llevara a la escuela, pues el autobús los dejaba muy lejos de la escuela.

Temiendo por su seguridad, mi esposo y yo decidimos que yo los llevaría a la escuela y los recogería. Así las cosas, dejaba al mayor en la secundaria, seguía con el segundo para la escuela primaria y regresaba a la casa con la niña para preparar todo para la tarde.

Cuando los recogía, dejaba al mayor en las prácticas de judo y al otro en las de fútbol y seguía con la niña para las de ballet."


- "Entonces, ¿siguió usted posponiendo su educación?".
- "Sí, señor juez, lo hice por mi propia voluntad."

- "Y cuando sus tres hijos se fueron independizando, ¿porqué no ingresó usted a la universidad?". -

"Para entonces la madre de mi esposo había enviudado, se enfermó y necesitaba de alguien que la cuidara. Así que hablamos del asunto y llegamos a la conclusión que no la íbamos a poner en un asilo, sino que la traeríamos a vivir con nosotros, ya que los hijos estaban fuera."

- "¿Y cuánto duró esta etapa?".

- "Bueno, unos seis años. Ella tenía Alzheimer y como la cuidábamos tan bien, pues su decadencia no fue rápida. Murió de un ataque al corazón después que llegamos del paseo que todas las mañanas dábamos por el barrio. A ella le encantaba darle de comer a las palomas en el parque."
- "Y mientras tanto, quiero decir, durante todos esos años, ¿había alguien que le ayudara?".

- "¿Ayudarme, a qué?".
- "Pues a limpiar la casa, cocinar, quiero decir, las labores normales de un hogar."

- "No, realmente, mi esposo ganaba muy buen sueldo, pero figúrese, eran tres hijos para criar y educar, y el costo de la vida cada vez subía más, así que yo trataba de ahorrar."

- "¿Y cómo ahorraba usted?".

- "Pues, en lugar de llevar la ropa a la lavandería, yo la lavaba en casa, planchaba toda la ropa de mi esposo y la de los muchachos, arreglaba el jardín; esto era lo que me costaba mayor esfuerzo, pues yo tengo problemas de la columna, pero yo hacía el esfuerzo y le aseguro que nuestro jardín no tenía nada que envidiarle al de nadie en nuestra calle."

- "¿Y quién cocinaba, usted también?".

- "Por supuesto, mi esposo odiaba la comida de los restaurantes. Como el tenía que almorzar fuera de casa con sus clientes tantas veces, decía que nada como la comida que yo le preparaba."

- "Y por supuesto, usted no iba a esas comidas."

- "¿A qué comidas?".
- "A las de su esposo con sus clientes."
- "No, no tenía tiempo. Precisamente, fue en una de esas comidas que conoció a Patricia."
- "¿Patricia?, ¿quién es Patricia?".

- "Su novia, la joven con quien se va a casar cuando terminemos el divorcio." - "¿Y cómo sabe usted que se va a casar con ella?".

- "Porque me encontré con ellos en casa de unos amigos comunes el día que estaban dando la noticia de su compromiso."

El juez se quedó mirando a la mujer y al ex-esposo. Se levanto, cogió las carpetas con todos los papeles y se retiró.

 Todos se quedaron mirándose unos a otros, alguno encogió los hombros y se sentaron a esperar que regresara. Al poco rato el juez regresó. Se sentó y se ajustó las gafas.

Entonces, cerró las carpetas, las puso a un lado y dijo:

- "Señora, he revisado cuidadosamente estas demandas y he llegado a las siguientes conclusiones:

PRIMERO: El divorcio se adjudica con fecha efectiva a partir de hoy.

SEGUNDO: Su esposo no tiene que pasarle una pensión. (al oír estas dos decisiones, el abogado y el marido se miraron con inteligente regocijo)

-El juez prosiguió.

TERCERO: Usted se queda como dueña absoluta de su casa, el Mercedes Benz, propiedad de su ex-esposo; las cuentas de ahorro y la de cheques las pondrá él a su nombre inmediatamente sin tocar un sólo centavo o lo tendrá que devolver.

Igualmente la declaro beneficiaria absoluta de sus seguros de vida, así como de sus planes de retiro.

También será obligación de su ex-esposo seguir pagando su seguro médico hasta que usted muera.

Mi decisión se basa en la suma de todos los sueldos que como administradora, cocinera, chófer, servicios de lavandería, jardinería y enfermería usted prestó a su esposo; incluyendo hijos y suegra.

Esta decisión será apenas una retribución parcial de salarios retenidos por los veintiséis años de servicios ininterrumpidos que usted ha prestado. Como hay que ser objetivos, sabemos que su esposo no podría pagar esa deuda, de ahí que pagará lo que si bien no es suficiente, será relativamente justo.

Además, él pagará sus gastos de educación, transporte y libros, si usted decide regresar a la universidad a estudiar la carrera que elija. ¡HE DICHO!".

Autor desconocido.

Ojalá esta historia sirva de reflexión a muchos hombres que menosprecian la labor de una ama de casa.

Desafortunadamente el desconocimiento de los derechos y el costo de los honorarios de un abogado, conlleva a muchas mujeres a dar la batalla por perdida.

Y a ti, mujer, que andas en busca de un nuevo amor, no luches por un amor comprometido, pues quien construye su felicidad sobre la infelicidad de otra mujer sólo está construyendo castillos en el cielo que al caer, te aplastarán y llenarán tu vida de llanto, amargura y soledad.

Bienaventurados aquellos que las acompañan a la sala de parto cuando ella está dando a luz a su hijo. Bienaventurados los hombres que le escriben, le dedican o le envían poemas porque ven en ellas a su musa inspiradora.

Bienaventurados sean todos los hombres que utilizan sus manos para acariciar y sus palabras para agasajarlas. Bienaventurados los hombres que le dicen piropos cuando tomados de manos van por la calle.

Esas calles que se han transformado en campos de batalla y que espero en un día no muy lejano, que esas mismas calles se transformen en campos de algodón y de trigo, donde podamos cosechar sueños, esperanzas e ilusiones.

Y que toda mujer que regrese a su casa de una larga jornada de trabajo encuentre un poema, un beso o un abrazo del hombre que ama. Bienaventurados los hombres que siempre tratan a su esposa como si fuera una doncella sin importarle los años que ella tenga."

SOBRE ESTAR SOLO

                                                   SOBRE ESTAR SOLO          


No es solo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.

Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar.

La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo esta llamada a desaparecer en este inicio de siglo. El amor romántico parte de la premisa de que somos una parte y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos.

Muchas veces ocurre hasta un proceso de despersonalización que, históricamente, ha alcanzado más a la mujer.  Ella abandona sus características, para amalgamarse al proyecto masculino.

La teoría de la unión entre opuestos también viene de esta raíz: el otro tiene que saber hacer lo que yo no se. Si soy manso, ella debe ser agresiva, y así todo lo demás.  Una idea práctica de supervivencia, y poco romántica, por más señas.

La palabra de orden de este siglo es asociación. Estamos cambiando el amor de necesidad, por el amor de deseo.  Me gusta y deseo la compañía, pero no la necesito, lo que es muy diferente.

Con el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo a estar solas, y aprendiendo a vivir mejor consigo mismas.  Ellas están comenzando a darse cuenta que se sienten parte, pero son enteras.

El otro, con el cual se establece un vinculo, también se siente una parte, No es el príncipe o salvador de ninguna cosa, es solamente un compañero de viaje.

El hombre es un animal que va cambiando el mundo, y después tiene que irse reciclando para adaptarse al mundo que fabricó.

Estamos entrando en la era de la individualidad, que no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísta no tiene energía propia; el se alimenta de la energía de los demás, sea financiera o moral.

La nueva forma de amor, o más amor, tiene nuevo aspecto y significado.  Apunta a la aproximación de dos enteros, y no a la unión de dos mitades.

Y ella solo es posible para aquellos que consiguieron trabajar su individualidad. Cuanto mas fuera el individuo capaz de vivir solo, mas preparado estará para una buena relación afectiva.

La soledad es buena, estar solo no es vergonzoso. Al contrario, da dignidad a la persona. Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas con estar solo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.

Relaciones de dominación y de concesiones exageradas son cosas del siglo pasado. Cada cerebro es único. Nuestro modo de pensar y actuar no sirve de referencia para evaluar a nadie.

Muchas veces, pensamos que el otro es nuestra alma gemela y, en verdad, lo que hacemos es inventarlo a nuestro gusto. Todas las personas deberían estar solas de vez en cuando, para establecer un dialogo interno y descubrir su fuerza personal. En la soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu solo se pueden encontrar dentro de uno mismo, y no a partir de los demás. Al percibir esto, el se vuelve menos critico y mas comprensivo con las diferencias, respetando la forma de ser de cada uno.

El amor de dos personas enteras es el bien más saludable.  En este tipo de unión, está el abrigo, el placer de la compañía y el respeto por el ser amado.

 No siempre es suficiente ser perdonado por alguien. Algunas veces hay que aprender a perdonarse a si mismo…

P.D. Si tienes curiosidad por saber el significado de SAWABONA, es un saludo usado en el sur de África y quiere decir: RESPETO, YO TE VALORO, Y TU ERES IMPORTANTE PARA MI”.

Como respuesta las personas dicen:  SHIKOBA, que es “ENTONCES. YO EXISTO PARA TI”

 
Flávio Gikovate
(Médico Psicoterapeuta)