domingo, 11 de noviembre de 2012

CON LOS AÑOS...




"..Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en  adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.

Ya no tengo tiempo para  reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad  cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades  como la envidia, los rencores o los celos.

Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros...

Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.

Las personas no  discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa.....  Sin muchas golosinas en el paquete....

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es  lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas..
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Sí.. tengo prisa por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan.

Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecha, en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Tener verdadero éxito en la vida es: reír mucho y muchas veces, incluso en las peores circunstancias.

Autor: Margonio de Andrade (Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño)

Un Nuevo Día!!.......







Los kabbalistas dicen que cada día es como si el mundo fuera recién creado.
Este pensamiento tiene dos ramificaciones distintas, pero igualmente poderosas.

La primera es que cada día es un nuevo comienzo: no importa lo que sucedió ayer
o el día anterior.
 
Cuando nos levantamos en la mañana y tomamos el primer aliento,
es un nuevo día, una nueva vida.

Así, en un sentido positivo, si ayer fue un desastre, o si fuiste un tirano,
hoy puedes empezar de nuevo y convertirte en una persona completamente diferente.

Por otra parte, puesto que cada día tiene su propia "vida", no puedes confiar en el
trabajo que hiciste ayer, la semana pasada o el año pasado.
No puedes decir: "Ya hice suficiente".

Puede que hayas estado haciendo este trabajo espiritual durante los
últimos 15 años, pero si no estás cambiando hoy, el trabajo que hiciste anteriormente no importa.

No obtenemos puntos hoy por haber hecho el trabajo ayer.

Cada día, todo empieza de nuevo.

De esta forma, lo que importa es lo que haces hoy y lo que vas a hacer mañana.
Si no es así, rompes la conexión con la Luz.

Si no estás constantemente iniciando una conexión con la Fuerza de la Luz del Creador, ésta se estanca y se rompe.
Puedes ser  hoy alguien completamente distinto de quien eras cuando iniciaste tu
camino espiritual, pero eso no es suficiente.

Lo que importa es quién vas a ser, no quién has sido.
 Si miras hacia atrás, eres como la esposa de Lot, a quien se le
dijo que no mirara hacia atrás, y según cuenta el relato, se convirtió en una estatua de sal.

Mirar hacia atrás para ver lo que hemos hecho es lo que acaba con nosotros.
Debemos siempre mirar hacia delante.

Esta semana, sé consciente de los laureles sobre los cuales reposas.

Mira los  diplomas y los trofeos, no como marcadores de lo que has logrado, si no de lo  que eres capaz de lograr a partir de ahora.

Y si te sientes estancado, saciado, o un santurrón, no hay mejor momento que el presente para volver al camino.
Desconozco su autor