martes, 11 de diciembre de 2012

La maleta del hombre muerto

                                    Un hombre murió.  Al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo. Y Dios le dijo:
-Hijo es hora de irnos. El hombre asombrado preguntó:
-¿Ya? ¿Tan pronto? Tenía muchos planes....

-Lo siento pero es el momento de tu partida.
-¿Que traes en la maleta?
-preguntó el hombre-. Y Dios le respondió:
-Tus pertenencias...
-¿Mis pertenencias? ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero? Dios le respondió:
-Eso nunca te perteneció, eran de la tierra. -¿Traes mis recuerdos?
-Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.
-¿Traes mis talentos? -Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.
-¿Traes a mis amigos, a mis familiares? -Lo siento, ellos nunca te pertenecieron, eran del camino.
-¿Traes a mi mujer y a mis hijos?
-Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.
-¿Traes mi cuerpo?
-Nunca te perteneció, ese era del polvo.
-Entonces, ¿traes mi alma?
-No. Esa es mía. Entonces el hombre lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía. 
 

-Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron sólo tuyos.

La vida es sólo un momento. Un momento sólo tuyo. Por eso, mientras estés a tiempo disfrútalo en su totalidad. 
 
Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga. Vive el ahora, vive tu vida y no te olvides de ser feliz, es lo único que realmente vale la pena.  Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí. Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.
Desconozco su Autor.

lunes, 10 de diciembre de 2012

¿SIRVEN LAS DISCULPAS?



¿SIRVEN LAS DISCULPAS?

Cuando alguien trata de hacernos sentir culpables, se espera que digamos:
"Ahora lo veo claro, veo lo mala persona que fui, espero que puedas
perdonarme por las cosas terribles que he hecho".

Tengo mis serias dudas con respecto a la utilidad de las disculpas en
la mayoría de las situaciones.


Las disculpas sólo tienen valor cuando reconocemos que hemos hecho
daño a alguien y deseamos que ese alguien sepa que somos conscientes
de ello, y que lamentamos sinceramente nuestro modo de proceder.


No creo que las disculpas de esta clase sean sanas ni útiles.

La culpa es una emoción creada por el ser humano y crear sentimientos
de culpa en otros también es un hábito insidioso.

Echar la culpa es síntoma de otros problemas emocionales negativos.

Todo lo que sale mal, no debe necesariamente tener un culpable.
La culpa nos persigue, nos obsesiona y nos llega a paralizar.
¿Obtenemos algún beneficio de este sentimiento?
No, y entonces ¿Por qué la fabricamos?

Sin darnos cuenta somos generadores de culpas, las creamos y muchas veces
el entorno contribuye a que nos sintamos culpables, porque muchas personas
ante cualquier problema o dificultad optan por buscar o señalar a otro como
responsable de lo sucedido.
A partir de hoy cuando alguien nos haga sentir culpables, preguntémonos:
¿Qué está sucediendo aquí?

Es posible que descubramos que se nos está manipulando para que nossintamos culpables y llenar así las necesidades emocionales de otra persona.

No es necesario que nos sintamos culpables por la desgracia o infelicidad
ajenas, a menos que realmente las hayamos provocado.

La empatía y la comprensión ayudarán mucho más a nuestros semejantes.
No nos sintamos presionados para pedir disculpas.

La disculpa puede ser sólo un recurso para que alguien añada humillación
a nuestra culpa.


Podemos dejar de crearla y de inyectárnoslas como una droga.
Desconozco su Autor