jueves, 15 de marzo de 2012

La Esperanza en el corazón...

                                                                          
Todo saldrá bien.
Ya lo verás.
Vas camino hacia mejor
y hasta llegar ahí solo es cuestión de tiempo...

Recuerda otros momentos de tu vida,
momentos en los que te preguntaste
si acaso podrías superar la adversidad.

Al final... siempre pudiste.

Trata de pensar en eso ahora,
mientras miras en tu interior.
Date tiempo necesario para vivir
en carne propia todo lo que estás sintiendo...
Tiempo para manejar y disfrutar las emociones...
y tiempo para...

Escabúllete hasta ese lugar que
está en lo más profundo de ti,
donde te sientes más afianzado, seguro y a salvo.
Ese lugar es fuerte y auténtico,
y tengo la sensación de que vive en ti
con más belleza de la que supones.

La ayuda está aquí,
por si la necesitas.

Pero lo que más te ayudará es recordar
ésto:

Si eres capaz de darles un oportunidad
a todas las cosas, todo saldrá bien.
Te lo prometo.

"Si tu corazón está en el lugar correcto,¿qué más queda?"

Autor Desconocido

        

Ayúdenme a Ser como soy......

                                                                                       

Si me quitas el éxito, dame fuerzas para aprender del fracaso.
Si ofendo a la gente, dame valor para disculparme y si me ofenden, dame valor para perdonar

Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

Mahatma Gandhi