lunes, 4 de octubre de 2010

ORACIÓN DE UN PADRE



Dame, Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil, y lo bastante valeroso para enfrentarse a sí mismo cuando sienta miedo.

Un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota, y humilde y magnánimo en la victoria.

Dame un hijo que nunca doble la espalda, cuando deba erguir el pecho. Un hijo que sepa conocerte a Ti... y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental del conocimiento.

Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos.

Y ahí, déjalo aprender a sostenerse firme en la tempestad, siempre con ideales altos.

Un hijo que se domine a sí mismo antes de pretender dominar a los demás; un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca se olvide del pasado.

Y después de lograr todo eso, agrégale, te lo suplico, suficiente sentido del humor, de modo que pueda ser siempre serio, sin tomarse a sí mismo demasiado en serio.

Dale humildad para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría y la mansedumbre de la verdadera fuerza.

Entonces yo, su padre me atreveré a murmurar: ¡No he vivido en vano!

Atribuido a Douglas McArthur

SENTIMIENTOS



Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
Te abrazaría fuertemente para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te vería salir por la puerta,
Te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz
Grabaría cada una de tus palabras para poderlas oír una
y otra vez... indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te vería,
Diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da la oportunidad para
hacer las cosas bien, pero si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda,
me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.

Por eso no esperes mas, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega,
Seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo
Para una sonrisa, un abrazo, un beso y
que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.

Mantén a los que te aman cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas,

Tomate tiempo para decirles lo siento, perdón, por favor, gracias
Y todas las palabras de amor que conoces.


Desconozco su Autor.

TIENES EL DERECHO



Tienes el derecho de caer, pero la obligación de levantarte.  Cuando le pierdas el valor a tu vida, cuando sientas que tu fin ha llegado, detén tu caminar.  
 
Echa a funcionar tu mente y sobre todo tu corazón, no le tengas miedo a la reflexión.  Siéntate tan sólo un momento y date cuenta de que el haber nacido es la mayor de las suertes, tienes en tus manos el mayor de tus tesoros, el más preciado...

¡tuviste la oportunidad de nacer!   

De conocer lo que es vivir, de amar y ser amado, y ahora, ¿una de las tantas piedras del camino te detiene?  Creo que si estás aquí, tienes la capacidad de levantarte cuantas veces sea necesario, tienes la tenacidad que se requiere para volver a empezar como estrellas tiene el firmamento.  No le tengas miedo a la derrota, ante esto, tienes una cosa a tu favor...

¡Eres humano!

Por esta sencilla razón tienes el derecho de equivocarte, y la obligación de levantarte. 
 
Así que no pierdas más tu tiempo porque todavía te quedan muchas piedras por esquivar.

Anthony de Mello

MOMENTOS




Si pudiera vivir nuevamente mi vida.

En la próxima trataría de cometer mas errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría mas.

Sería mas tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.

Correría mas riesgos, haría mas viajes, contemplaría mas atardeceres, subiría mas montañas, nadaría mas ríos...

Iría a mas lugares adonde nunca he ido, comería mas helados y menos habas, tendríamos mas problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de esto esta hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría mas liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Daría mas vueltas en calesita, contemplaría mas amaneceres y jugaría con mas niños, si tuviera otra vez la vida por delante!

Jorge Luis Borges

Voy de vuelo



“Voy de prisa porque la vida es corta y tengo muchas cosas que hacer. Cada uno trabaja a su manera y hace lo que puede”. Así se expresaba Voltaire preso por el frenesí que le llevaba a escribir tragedias en quince días. Así vive mucha gente o, mejor dicho, no vive porque quiere beber toda la vida de un solo trago.

La prisa, la velocidad son regalos de nuestra sociedad tecnificada. Así, la prisa se ha convertido en uno de los rasgos más característicos de nuestra manera de pensar, de hablar y de vivir. Llevamos la rapidez en nuestras venas, como si la vida resultara demasiado corta, y quisiéramos apurarla en cada momento viviendo con ansiedad y preocupación. “La preocupación nunca roba su tristeza al mañana, sólo le resta fortaleza al hoy” (A. J. Cronin). Así no vivimos, quemamos etapas y somos fácil presa del infarto.

Vivimos en el tiempo del microondas, de lo fácil, de lo rápido. No podemos vivir en la inactividad; preferimos la actividad sin descanso, aunque no tenga sentido. No es nuestro tiempo apto para construir murallas, pirámides y catedrales. Y como no edificamos con bases sólidas, fácilmente se derrumba todo lo hecho y se vienen abajo nuestros proyectos.

Sin envidiar el pasado, sí tendríamos que echar una mirada retrospectiva y aprender de nuestros antecesores, maestros del ocio, del sosiego, de la contemplación. Es saludable no perder la capacidad de disfrutar de las cosas pequeñas, de lo bueno que nos acontece cada día y admirar las maravillas que hay en la naturaleza, que es maestra de trabajo, de no adelantar el tiempo y las estaciones. Hacerse un roble, una caoba, una persona… lleva su tiempo. Miles de años se necesitan para alumbrar una nueva especie.

El futuro no es problema del hoy. No hay que ser aprensivo acerca del futuro.  “No os preocupéis del mañana… Cada día tiene bastante con su tarea”. Es importante mentalizarse para vivir al día, sin esperar resolver todos los problemas al mismo tiempo.
Es necesario cambiar nuestros hábitos de pensar, hablar y actuar alocadamente, pues “si no cambiamos nuestro rumbo, probablemente lleguemos a donde nos dirigimos” . Y muchas veces nos dirigimos a nuestra autodestrucción.

Es necesario, pues, sacar tiempo para el ocio, para mirar las estrellas, los amaneceres y atardeceres. Esta es la queja de mucha gente: “No tengo tiempo”. No tengo tiempo ni siquiera para el trabajo, los compromisos sociales, el estudio…

Es bueno pensar y pensar despacio. Es mejor aprender a hablar despacio. Es estupendo comenzar de nuevo como un niño a dar los primeros pasos, a dar el tiempo a cada cosa y a cada lugar… No hay que tener prisa, pues lo que sembremos lo tendremos por toda la eternidad.

Autor desconocido.

La Eesperanza en el Corazón


Todo saldrá bien. Ya lo verás. Vas camino hacia algo mejor y hasta llegar ahí solo es cuestión de tiempo…

Recuerda otros momentos de tu vida, momentos en los que te preguntaste si acaso podrías superar la adversidad. Al final…

siempre pudiste. Trata de pensar en eso ahora, mientras miras en tu interior.

Date tiempo necesario para vivir en carne propia todo lo que estás sintiendo… Tiempo para manejar y disfrutar las emociones…

Escabúllete hasta ese lugar que ?está en lo más profundo de ti, donde te sientes más afianzado, seguro y a salvo.

Ese lugar es fuerte y auténtico, y tengo la sensación de que vive en ti con más belleza de la que supones.

La ayuda está aquí, por si la necesitas. Pero lo que más te ayudará es recordar esto:

Si eres capaz de darles un oportunidad a todas las cosas, todo saldrá bien. Te lo prometo.

“Si tu corazón está en el lugar correcto, ¿qué más queda?”

Autor desconocido.