Paraíso Indio… El árbol de los deseos

                                                                          
Cuenta una antigua historia india, que en el paraíso existen árboles que conceden deseos.

Si nos sentamos bajo esos árboles,  y deseamos cualquier cosa inmediatamente se cumple. Cuenta la historia que una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error.

El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo el árbol  de los deseos.

Cuando despertó, tenía hambre y dijo: “¡Tengo tanta hambre!

Ojalá pudiera tener algo de comida”. Inmediatamente apareció flotando en el aire, una comida deliciosa. Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Inmediatamente empezó a comer esa tan deliciosa comida.

 Una vez saciada su hambre, miró a su alrededor.

 Otro pensamiento surgió en él: “¡Si tan sólo pudiera tomar algo!” Y de inmediato apareció un vino estupendo.

Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse:

 ”¿Qué está pasando?

¿Estoy soñando o hay fantasmas que están jugándome una broma?”

 Y aparecieron fantasmas feroces, horribles, nauseabundos. Comenzó a temblar y pensó: “¡Seguro que me matan!”…

 Y lo mataron.

 Esta es una antigua parábola, de inmenso significado.

 Nuestra mente es igual al árbol de los deseos: tarde o temprano lo que pensamos se verá cumplido.

A veces, el tiempo transcurre y nos olvidamos que lo deseamos, y es así que no podemos reconocer la fuente. Pero si nos observamos, encontraremos que nuestros pensamientos están creando nuestra vida.

Creando circunstancias o alegrías, hechos negativos y positivos…. Somos verdaderos magos creadores.

Cuando llegamos a operar con  entendimiento y conscientes de ésta posibilidad, las cosas comienzan a cambiar, modificando y o transformando todos nuestros resultados. Se trata de  crear una nueva visión y la gran noticia es que …..toda la responsabilidad es nuestra.