La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia;
tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de
araña.
Detrás de cada línea de
llegada, hay una de partida.
Detrás
de cada logro, hay otro desafío.
Mientras
estés vivo, siéntete vivo.
Si
extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡Pero nunca te
detengas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario