sábado, 20 de agosto de 2011

La cobija......

                                                               La cobija......     
                                                                                 
Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.

Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.

A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos.

Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo.

Don Roque toco la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.

- Hola papá!

- Que milagro que vienes por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo,
   además estoy cansado y viejo.


- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya
  sabes que esta es tu casa.


- Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un
  estorbo. Entonces, ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? - Me siento tan solo!.


- ¿Quedarte a vivir aquí?, si..... claro...... pero no se si estarías a gusto,
  tú sabes, la casa es chica mi esposa es muy especial..... y luego los
  niños....


- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por
  mí, alguien me tendera la mano.


- No padre no es eso, solo que.... no se me ocurre donde podrías
  dormir.


No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían.... o solo que no te moleste dormir en el patio...

- Dormir en el patio está bien.

El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años.

- Dime papá.
- Mira tu abuelo se quedara a vivir con nosotros.

Tráele una cobija para que se tape en la noche.


- Si con gusto..... y ¿donde va a dormir?
- En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
- Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos.

En ese momento llegó su padre.

- ¿Que haces Luis? ¿Por que cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando.....

- Pensando ¿en qué?.- En guardar la mitad de la cobija para cuando tú
  seas viejo y vayas a vivir a mi casa.... 
Autor: Jorge Bucay

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