domingo, 26 de septiembre de 2010

El Amor que Quiero!!



Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde estoy de voluntaria para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer. 

Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí.

Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. 

No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. 

Hace ya casi cinco años que no me reconoce. Entonces le pregunté extrañado. -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? 

Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -"Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella". 

Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: 

"Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. 
El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. 
El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es... es la clase de amor que quiero!!!”

Autor Desconocido.

LO QUE NO DIJISTE.........



• Dijiste que podía hacer mis sueños realidad.  Pero no dijiste que sólo querías que hiciera realidad lo que tu deseabas para mi. 

• Dijiste que luchara por mis ideales. Pero no dijiste que – eso sólo – si también eran tuyos. 

• Dijiste que creciera. Pero no dijiste que lo hiciera bajo tus propios límites.
• Dijiste que me escucharías. No dijiste que solamente si decía lo que querías 
   escuchar. 

• Dijiste que podía contar contigo, que todo lo hacías por mi.   No dijiste que en
  realidad lo hacías por ti mismo, para sentirte buena y bondadosa, y excelente en  
  tu   labor.
• Dijiste que te sentías orgullosa de mí. No dijiste que tan sólo estabas orgullosa de
   mis logros.  No conoces quien soy no puedes enorgullecerte de lo que no conoces. 

• Dijiste que podía volar. No dijiste que bajo tus propias fronteras. 

• Dijiste que debía seguir mi corazón, sin importar lo que la sociedad comentara.
   No dijiste que tú no te considerabas parte de la sociedad. 

• Dijiste que fuera yo mismo. No dijiste que sólo si te agradaba quien yo era.

• Dijiste que siguiera mi propio camino.  No dijiste que debía ser de tu aprobación. 

• Dijiste que expresara mis ideas y opiniones.  No dijiste que las juzgarías si no eran de tu agrado. 

• Dijiste que no mentirías, que siempre hablarías con la verdad. No dijiste que
   únicamente si esta te convenía.

• Dijiste muchas cosas.  Omitiste muchas verdades.  Aun así te amo.  Pues el amor no se gana, se otorga.  Lo que seguramente no posees es mi confianza.
Pues esta se gana con tiempo, comprensión y sinceridad.
Tú no eres digna de mi confianza.
 No confiaste en mí y ahora yo no logro confiar en ti. 

Aún así te amé, te amo, y te continuaré amando.
Pero a veces existen excepciones en el amor.  Y al parecer tú y yo somos una de esas excepciones.
Pues no hacemos menos daño estando lejos.  La distancia no permite que nos continuemos hiriendo.  Que tú continúes mintiendo. A veces, sólo a veces, la cercanía mata el cariño. 

Esto sucede raramente.  Desgraciadamente este parece ser nuestro caso.
Todo esto es lo que no dijiste - o tal vez – lo que yo no quise escuchar… 

Liomarys Reyes –Santos

Lo que no espero de ti



No espero de ti la perfección,
porque te respeto tal como eres,
y no pretendo que no falles nunca,
porque eres, como yo, un ser humano.
No quiero saber todos tus secretos,
sé que eres una persona aparte.
Ni que cubras todas mis necesidades;
porque comprendo que tienes esperanzas y sueños propios.
No pongo en duda tu fuerza,
porque sé lo lejos que has llegado,
pero tampoco espero que tú lleves toda la carga,
pues yo estoy aquí para llevarla contigo.
No pido que conozcas todas las respuestas:
sé que habrá veces que tendrás tantas dudas como yo.
Sólo te pido que me cuentes como amiga cuando necesites apoyo o alegría,
como socia en los sueños y el futuro,
como consuelo cuando necesites olvidar el mundo exterior.
Y te pido que recuerdes siempre lo mucho que te amo.

Autor: Jennifer Nelson-Fenwick

El Cansancio Moral




Una escena de la película "El Cartero": Neruda está en el exilio, en su casa de España. El Cartero le ha traído correspondencia: un hombre muy lúcido, aunque sin instrucción. 

Al dársela, le recita un verso del propio Neruda: "Sucede que a veces me canso de ser hombre".

Y luego le dice, conmovido: "A mí me pasa lo mismo, pero no sabía cómo decirlo".

Y si a ellos les pasaba, ¿por qué no a cualquiera de nosotros? 
Hay un tipo de cansancio especial que adviene en la persona sensible al percibir la miseria generada por el humano: la injusticia, el maltrato a los débiles, la depredación del Planeta, el hambre digitada por la codicia, la discriminación, la violencia, la corrupción... 

Y también mediocridades socialmente instaladas: la falta de solidaridad, la mentira, el aplauso a la vulgaridad, la trasgresión impune...

Pero... CUIDADO! Porque esto puede obrar como un virus psicológico peor que los que circulan por Internet: su nombre justo es CANSANCIO MORAL.

Su accionar? Corroen la médula de la buena voluntad, nubla las pupilas oscureciendo la visión, genera sabor amargo en la boca y en el pecho la sensación de tener un agujero de lado a lado.
Produce en el cerebro una visión selectiva de la realidad: como quien anda con un lápiz en mano, el que lo padece va subrayando en su entorno todo lo que indique que el mundo se ha vuelto inhabitable, y que nada vale la pena.

Finalmente, va necrosando la capacidad de alegría, hasta disecar el ánimo. Si la persona queda fatalmente infectada, se convierte en un embalsamado viviente: un trofeo más para los comerciantes de malicia.

El virus del cansancio moral se multiplica si uno se aísla de la buena gente (actitud muy peligrosa!). En cambio, su mejor antídoto es permanecer conectado a quienes siguen trabajando honradamente en el mundo: ésos que casi no ocupan espacio en la TV o los diarios, y sin embargo persisten empeñosamente no sólo en su actitud de no estar del lado de los destructores, sino también de no permanecer pasivos. A veces son seres silenciosos, cuya tarea radica en anónimos gestos cotidianos de hermosura y de honestidad. Otros emprenden acciones sociales  promoviendo la dignidad, la justicia, la belleza... 

Generemos y difundamos buenas noticias, para que ese virus no se convierta en epidemia.

Pues el Génesis no terminó: la Creación continúa... y necesita mano de obra! Así les cantó Silvio Rodríguez:

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder,
ni siquiera la muerte.

Menos mal que existen
los que no miden qué palabra echar,
ni siquiera la última.

Se arriman a la noche y al día
y sudan si hay calor,
y si hay frío se mudan...

No esperan echar sombra o raíces
pues viven
disparando contra cicatrices...

Escuchan, se proyectan y lloran
debajo de sus huellas, con tanto trabajo.
Se mueren sin decir de qué muerte,
sabiendo que en la gloria
también se está muerto.

Menos mal que existen,
menos mal que existen.
Menos mal que existen...
para hacernos.

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder,
ni siquiera la historia.

Menos mal que existen
los que no dejan de buscarse a sí,
ni siquiera en la muerte...
de buscarse a sí.

                                    Virginia Gawel & Eduardo Sosa ã

TE PIDO SEÑOR…



Por la primera rosa de cada mañana y el último pensamiento de cada noche.
Por los primeros sueños de un hijo y el último adiós de una madre.

Porque no haya mala hierba en mi siembra y no se eche a perder la semilla. Porque cada uno dé su fruto y podamos vivir con la aportación de todos.

Porque el daño no se haga rencor, el amor no se haga egoísmo, la fe no se haga hábito, la prueba no se haga rebeldía ¡y la ambición no se haga dueña!
Te pido luz para el interior del hombre, porque ahí se gestan todos los derrumbes, todas las batallas y todos los males.
Te pido mucho amor para vivir, aunque ésa sea la vida más sacrificada y tenga las lágrimas más amargas, los sueños más difíciles y el camino más tormentoso. Porque la vida sin amor es fría, y una vida fría no vale nada.
Te pido que cuando llegues, mi puerta esté abierta; cuando hables, mis oídos estén atentos, y cuando mires, mi corazón esté lleno de luz.
Que nunca esté cerrado para Ti, ni duro, ni insensible.
Te pido no ceder, no claudicar y no rendirme.
Te pido por los imposibles de mi impotencia, por los pequeños milagros que no percibo, por el sufrimiento que dejo perder, por los sueños postergados, las alas cerrada y el miedo de subir.
Te pido, Señor, que todas las vertientes de mi río sean de agua dulce; que las manos no se me cierren como un puño, sino como una caricia; que la felicidad no se me escabulla en hojarasca, sino se me ahonde en tronco.
Que no vuele como la mariposa, sin saber dónde posarme, sino que todo lo que necesite lo encuentre dentro de mí mismo.
Te pido no sólo repartir, sino compartir; no sólo compadecer, sino remediar; no sólo mirar y oír, sino comprender y consolar; no sólo decir cómo deben ser las cosas, sino dar testimonio de mi verdad.
Señor, que sepa ser oveja cuando necesite caminar en la manada, y pastor cuando algunas de mis ovejas se parten del redil.
Cuida mi mensaje, que no lo oscurezca la belleza literaria. Dale pinceladas reales a mis vuelos para que todos me alcancen y me superen. Y ve manejando mi plumita por la tela del mundo, para llegar al corazón de los hombres.
Te pido vivir siempre persiguiendo algún ideal, siempre sirviendo alguna causa, siempre dando un nuevo paso hacia la perfección.
Que acepte el paisaje que me presentes, asimile las palabras que me digas y me mueva el amor que me ofrezcas.

Te pediría, Señor, una vida que no fuera deshilachada, como hecha a pedazos, sino armoniosa, donde todas las bisagras y los elementos formaran unidad y contenido.
No me dejes conocer el vacío, porque sería llevar la nada dentro. Porque me convertiría en un ser sin pensamientos, sin recuerdos, sin luz y sin Dios.
Enséñame a cultivar rosas, pues cada prójimo necesita una para su cruz.
Enséñame a entender el amor, para que los frutos sean dulces y abundantes.
Enséñame a perseverar, pues el camino de la vida se rompe a veces por donde más duele.
Enséñame a conducirme. Que no lo haga por arranques del temperamento, sino por la cordura de la inteligencia y la serenidad de la fe.
Señor, dame copa de los que saben beber, dame fuego de los que saben sentir, dame sabiduría de los que saben entender ¡y nido de los que saben amar!
Señor, retoña mis fracasos en nuevas primaveras. Hazme crecer en cada experiencia y madurar en cada lágrima.
Ponte sobre mi vida como un goteo constante, sobre mis planes como una estrella alumbradora, y sobre mis tristezas como un tierno compañero y un eje de resistencia.
Señor, dame una conciencia recta, de ésas que se reportan a la menor alteración. Dame una rienda fuerte, de ésas que no se andan aflojando por cualquier cosa; un camino orientado, de ésos que saben a dónde van y hasta dónde pueden llegar, y sobre todo, un deber alegre, de ésos que saben sonreír en medio de los sufrimientos.
Enséñame que cada deber tiene su momento, cada necesidad su servicio y cada llamada su designio.
Enséñame que para servirte no basta la fragilidad de la voluntad humana: se necesita el aporte de la gracia divina.
Enséñame que hacen falta muchas pisadas pequeñas, antes de dar un gran paso, y muchas reflexiones serias para los planes de acción y las reformas de vida.
Que cuando se tiene una verdadera convicción, ella sola se impone.
Que todo el mundo tiene algo defendible.
Que la talla de la vida la da el amor, pero la dimensión del amor la da el dolor.
No aspiro a ser una destacada, pero sí quisiera dejar en el mundo esas grandes cosas que caben en las distintas pequeñeces de todos los días.
Me basta, Señor, ser el granito de arena, la lucerita, el rocío, la sonrisa, la lámpara.

Ser ese relleno que necesita la felicidad diaria. Ser como la mano oculta de Dios, trabajando por debajo para la armonía de todos los míos. ¡Ser algo, en tan poco!
Gracias, Señor:
Por dejarme vivir tantos años.
Por dejarme reinar en el hogar.
Por dejarme escribir lo que siento.
Y por dejarme poner en tus manos lo que yo llamo "los grandes tesoros del alma"
Desconozco su autor

EL ARTE DE CALLAR...




Permite que la ideas circulen, sin que salgan al exterior.
Espera una señal de alerta.

Economiza las palabras... no todos los interrogantes necesitan una respuesta. 
 La solución no siempre llega al abrir la boca.
 Conservemos en nuestro interior una dosis de lo que se piensa...

Debemos entender que la palabra jamás logrará ser tan rápida como el cerebro...

También se puede hablar con los gestos y el silencio...
a veces grita.

Se guarda silencio por pudor, por respeto, por dolor.
Se guarda silencio cuando el dolor es incapaz de convertirse en llanto.

Callar para escuchar...
 Callar para mirar...
 Callar para aprender...
 Callar para comprender que el silencio es el antifaz
de los sonidos más hermosos...
(Desconozco el autor)

¡AMA!


 
El amor es el único sentimiento, para el cual no existen credos,
Razas, clases sociales, edades, ni posiciones.

Todos los otros sentimientos, gozan de preferencias:

La vanidad es sólo de los tontos;
el orgullo de los torpes;
la bondad de los privilegiados;
la generosidad de los caritativos;
el odio de los incultos;
la maldad de los perversos;
el egoísmo de los despreciables;

¡Pero el AMOR, es de todos!

El amor alimenta a todas las vidas por igual, con la misma alegría, se alberga en el pecho del blanco, del negro, del pobre, del rico...
Por eso, ejerce sin medida ese privilegio

EL TIEMPO



Uno de los errores más extendidos entre la gente,
es creer que tenemos mucho tiempo.

No, no tenemos todo el tiempo,
la vida es breve y tenemos que aprovecharla.

Ser esclavos de alguien o de algo,
es renunciar a ese tiempo.

No hacer lo que se debe,
es desperdiciar tiempo.

No vivir conforme a tu conciencia,
es no aprovechar el tiempo.

Estar enfadado con alguien,
es perder el tiempo absurdamente.

Ganar tiempo es hacer las cosas que nos gustan,
estar con los que apreciamos y nos aportan algo positivo.

Ganar tiempo también es vivir el presente sin prejuicios.

viernes, 24 de septiembre de 2010

EL ZOOLÓGICO HUMANO



Hijo, yo ya recorrí el camino que tú vas a recorrer, por eso quiero que sepas, que encontrarás muchos seres que yo aquí te presento en forma de animales; pues ellos actúan iguales:
- En esta selva de asfalto, te encontrarás seres falsos, como lo es el cocodrilo; que llora mientras te devora...
- Encontrarás a pericos, que hablan y hablan; sin pensar en lo que dicen, mas nunca cierran el pico...
- Encontrarás tiburones, astutos y despreciables; que si no te pones listo, con todo y ropa te comen...
- Encontrarás muchas ratas, que cuando tienes buen queso, te idolatran; y cuando ya nada tienes, te muerden y te maltratan, y huyen muy lejos de ti dando velocidad a sus patas...
- Encontrarás a otros seres que son como reptiles, que se arrastran por el suelo aunque los pisen; pero cuando te descuidas, te muerden con gran fiereza y te dejan cicatrices...
- Encontrarás a otros seres que son como el pavo real; se sienten muy importantes y duchos en lo cultural; y no saben ni siquiera dar a la gente un lugar y a todos los considera gente grosera y vulgar...
Y así seguirás encontrando animales con cara de gente; pero en algún momento de tu vida encontrarás amores, amigos, gente buena y sincera que te abrirán su corazón y harán por ti lo que puedan. A esos seres hijo mío, nunca los pierdas de vista y no pierdas su amistad; es gente de calidad, sincera y sin rencores...

Autor Desconocido

EL PACTO.



La vida sólo ha sido día a día
un intervalo hasta reencontrarnos,
puliendo nuestras piezas interiores
para que encastren cuando se aproximen.

Entretanto, vagamos solitarios,
buscándonos en medio de la gente,
como ejemplares de especies extinguidas
que olfatean el aire para hallarse.

Cómo te extraño, aunque aún no te conozco.
Necesito encontrarte urgentemente.
Emite ya tu grito conmovido:
Distinguiré su sonido puro y claro.

Recordaremos pactos prenatales,
reconociéndonos por la mirada.
Descansará mi alma al completarse,
injertándose en el núcleo de tu alma.

Y es que hay tanto por hacer, tantas tareas
que requieren cuatro ojos y dos bocas,
una dupla de pechos fervorosos,
un par que se haga Uno, poco a poco...
Tanta emoción atrasada, tanta vida
aguardando el momento del reencuentro...

Emite ya tu grito conmovido:
mi oído estará alerta y esperando.

Virginia Gawel

jueves, 23 de septiembre de 2010

¡Tengo la edad que quiero y siento!

                                           

                                 ¡Tengo la edad que quiero y siento!

La edad en que puedo: decir sin miedo lo que pienso... Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido. .. Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa eso! ¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy vieja, y otras "que estoy en el apogeo".
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir:

¡Estás muy joven, no lo lograrás!
¡Estás muy vieja, ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada... y otras...es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?
No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o más!
Pues lo que importa: ¡Es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuántos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento!
Qué importa cuántos años, cuánto tengo, o cuánto espero…?? si con los años que tengo.. Aprendí a querer lo necesario y a tomar sólo lo bueno!!

LA FELICIDAD ES UNA DECISIÓN

                                     
La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 85 años, completamente vestida como cada mañana a las 8 en punto con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente aplicado, se muda hoy a un asilo. Su esposo de 90 años murió recientemente, lo que motivó la mudanza.
Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente cuando se le dijo que su cuarto estaba listo. Mientras se desplazaba con su caminador hacia el elevador, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.
- "Me encanta"-, afirmó con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaba de entregar una nueva mascota.
- Sra. Mendizábal, pero todavía no ha visto el cuarto-.
- "Eso no importa", respondió.
"La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo estén arreglados los muebles; depende de cómo arregle mi mente, y ya decidí que me gusta. Es una decisión que hago cada mañana cuando me levanto. Tengo la elección: puedo pasar el día en la cama repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan. Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado... sólo por ésta vez en mi vida.".

                                   LA FELICIDAD

La felicidad no es un camino, no es un lugar ni un metal precioso que con dinero se pueda comprar. La felicidad es una flor a la orilla de un río, felicidad es la puesta del sol,
es la llegada del otoño, la caída de las hojas... Es mil cosas pequeñas y hermosas. No tiene nombre, fecha, ni edad. Simplemente es. Porque la felicidad está puesta dentro de nosotros, y no hay que buscarla, sólo descubrirla y disfrutarla. No hay más secreto que ese.
Hay gente que se pasa la vida buscando la felicidad, esperando a ser felices, y al final acaba su vida y se dan cuenta que desperdiciaron mil momentos para ser felices en su desesperada búsqueda de la felicidad.
Comprende pues, que no hay mayor secreto para ser feliz que buscar la felicidad en tu corazón y vivirla cada minuto de tu vida. No esperes a mañana para ser feliz

Autor: Desconocido

Decídete a volar.

                                        

                                      Decídete a volar.

Abandona tu comodidad, enfrenta tus miedos e inseguridades y sólo así, comenzarás a volar...
Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola:

"Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango, y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día, un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno, y él se dio cuenta de que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo, porque había olvidado cómo volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento, hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando, finalmente, a un bosque fértil y hermoso."

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida, y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde.
No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO, y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda.
Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades, y hazlo solitariamente.

Dios te acompañará, y te dirá qué camino tomar.